jueves, 8 de mayo de 2008

Desventuras de un turista en su propia ciudad

"-Oiga señor guardia, ¿y los de mi pueblo cuando pasan? -Cuando se ponga verde.
-Verde... negro estoy yo de verlo a usté?"

Hace un par de años me compre un piso (si, en mitad de la burbuja, cuando parecia que las casas no iban a bajar nunca) Me compre la casa por principios morales en Zaragoza, pues Zaragoza es la ciudad donde quiero vivir, y como todo el mundo sabe, si eres lo suficientemente pesado al final consigues las cosas. Así que, en un principio, y teniendo en cuenta que en ese momento vivia en Pamplona, alquile el piso. Lo alquile sin apenas muebles. Tres camas, un sofa, cuatro sillas y una estanteria.

Bueno, hace un par de meses mis inquilinas se fueron, y por dejadez, de momento, no lo he vuelto a alquilar.

Esta semana y la que viene, que estoy de vacaciones, (y para mi tranquilidad y la de mi madre), estoy viviendo en mi piso. Y ya que estoy, me he ido a IKEA a comprar algunas cosas, necesarias para que un ser humano viva en un piso. Así, cuando lo alquile tendre más cosas por las que preocuparme si acaban rotas.

Tampoco es muy grave, entre el ORDNING SCURPLA, el BRUNKRISSLAFN, y el SVEPA no me he gastado mucha pasta, pero al menos ya se puede vivir en esta casa. Es decir, se puede preparar una comida, fregarla, cortar cosas... vamos que me van a venir bien estas cosas durante la semana.

Pero me he dado cuenta que me estoy volviendo cada dia más paelto. En Ikea iba más despistado que una monja en una discoteca de Ibiza. No sabia donde estaban las cosas, donde cogerlas...

Yo estaba tranquilo. despues de todo, ir a Ikea no es algo que haya que hacer una vez a la semana, más que nada porque no te puedes comprar muebles todas las semanas.

Pero hoy he ido a comprar suministros para mi casa. Con suministros quiero decir comida y productos de limpieza. Y lo he pasado muy mal.

No me malinterpreten, desde hace años vivo solo. Y siempre hago yo la compra (principalemente porque si no la hago yo, sola no se hace). Pero siempre voy a un supermercado. Cosa, que en mi barrio, o no hay, o he sido incapaz de encontrar. Asi que para comprar articulos de higiene personal me he ido a una drogueria/perfumeria, para comprar verduras a una verduleria, para comprar frutas a una fruteria (aunque no lo crea nadie, hay veces en que dichos conceptos no estan mezclados) y a la hora de comprar sal y aceite he sufrido un bloqueo. Porque, después de todo, ¿en que puesto del mercado compras aceite y sal? (por si alguien no lo sabe en el puesto de aceitunas)

Y he echado de menos mi Eroski.

La cita es de "La Ciudad no es para mi" (1965) pelicula de Pedro Lazaga, protagonizada por Paco Martinez-Soria

4 comentarios:

Eduardo dijo...

Vive Dios que me encontraría en la misma tesitura...

Creo que jamás he pisado desde mi independencia un mercado tradicional. Me gusta elegir las cosas yo, empaquetarlas yo y... claro, pagarlas también yo.

Si me quitan los supermercados, me vuelvo un analfabeto urbano...

Último Íbero dijo...

Unai no tienes vergüenza ¿no está acaso el Mercado Central de Zaragoza al ladito mismo de tu pisito?

Joer, es que os sacan de unos grandes almacenes y echáis a llorar.

Unai dijo...

Si, esta justo a 15 metros....y ahi es donde no he podido comprar con tranquilidad.... Comprar en un mercado es algo para lo que se necesita alguna habilidad, que yo, por el momento no he adquiido.

Anónimo dijo...

Te entiendo perfectamente. Cuando yo vivía en Pamplona todavía no había Corte Inglés y los horarios comerciales eran los de los comercios tradicionales de toda la vida...Estaba al borde del colapso. Vete a un supermercado de verdad y que te lleven la compra a casa...Lo de los mercados está muy bien para la gente que tiene tiempo y además conoce a los tenderos (si vas una vez cada ciento corres el riesgo de llevarte lo peor de cada puesto), pero chico, que las vacaciones no son para discutir sobre si "esta manzana está picada" o si "esta ternera lleva mucha grasa". Úsalas para disfrutaaaarrr!!!