lunes, 12 de mayo de 2008

Miedo, sentimientos y juicios rápidos

La ventaja de que algo no te pase a ti, sino a un amigo, es que, al ver las cosas desde fuera de la caja, al poder verlas con perspectiva, eres capaz de darte cuenta de cosas, qué, de otra manera, no verías ni aunque te chocases con ellas.

Pero claro, cuando lo ves con perspectiva se te olvida, a veces, que es el estar en ese lado de la historia. Por eso, a veces somos demasiado ligeros a la hora de dar opiniones.

Veo como una amiga vuelve una y otra vez con el novio que la trata como el culo, y al que no quiere mucho, simplemente porque lleva seis años con él, y al ser su vida actual una extensión de la vida de su novio, teme quedarse sola. Y claro, como yo no tengo ese temor, enseguida juzgo que la chavala es imbécil por aguantar a un soplagaitas como su novio, día tras día, mientras este le hace mil y una perrerías.

Veo como amigos aguantan pollos tras pollos de sus novias, broncas por cosas que son nimiedades, y que estos se achantan y que con tal de que la chica se calme ceden en todo. Y digo que es un calzonazos y que desde luego yo no aguantaría una cosa así. Y ¿Por qué lo hacen? Pues a veces la razón es porque están enamorados y tienen miedo a que les dejen, otras veces es de nuevo el miedo a quedarse sólo. O miedo a equivocarse.

Luego, y gracias a estos análisis, veo como a mi me pasan cosas parecidas. El miedo al fracaso, el miedo a cagarla intentando algo con alguien y que te diga que no...

Y al final me he dado cuenta que es mucho mejor no juzgar demasiado, y que aunque tengas posesión de la verdad absoluta, seas capaz de entender que en algunos momentos es mejor que cada uno llegue a sus conclusiones por su cuenta. Que ayudes y aconsejes a tus amigos, pero, que cuando no acepten tus consejos no piensen que son unos capullos, que si algo esta mal, se darán cuenta, y si no se dan cuenta, siempre les podrás dar un capón para que entren en razón. Y si no entran en razón, oye, que quizá el que estés equivocado seas tú, y acabes recibiendo tú el capón

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Debe ser cosa del clima, pero hoy me estoy encontrando con que para muchos es día de introspección y preguntas vitales. Un día raro, pero con encanto.

No se puede juzgar, primero porque las cosas están bien o están mal según la moral o escala de valores de cada uno, no la nuestra, y además no tenemos elementos suficientes para eso. Lo que vale para tí igual no vale para ellos.

Con todo, se aprende a base de tortas, así que si tú ves cosas en tus amigos que has vivido o conocido, creo que, si la amistad y la confianza son lo suficientemente sólidas y realmente quieren escucharte, hay que ser sincero.

Sí, hay muchas formas de miedo, y cada uno tenemos las nuestras.

Y, como sabemos, podemos tener amigos/as capullos y quererlos igual, y si al final se dan la galleta prevista, no va a haber más remedio que sacarlos del pozo, pues para eso estamos también los amigos.

Eduardo dijo...

Hablando de los "temas"... ¿"Siete"? ¿Qué es siete? ¿Y por qué tantos temas?

Y "Juicios" es sin tilde...

Unai dijo...

Siete es un tema como otro cualquiera, y tiene sentido. De hecho no es muy complicado ni misterioso, pero si alguien se da cuenta, no hace falta que se las de de lsito para decir a todo el mundo que lo sabe.

El porque hay tantos temas, es una cuestion de poco criterio, pero que poco a poco voy corrigiendo.

Y juicios es sin tilde, claramente, en el tema de las tildes peco por defecto, no por exceso, pero a veces estas cosas pasan, es lo que tienen las erratas de teclado.

Me alegro de tener a Eduardito, el ojito derecho de la profesora, que me lo diga siempre...

Anónimo dijo...

Pues la verdad que si ... que tenías razón ... parecía que había leido el blog

Besos

Último Íbero dijo...

Unai, estas que no te conozco... y te admiro por ello. :)