Lo de hoy es simplemente una reflexión.
Creo recordar que en algun momento comente que en mis ratos libres trabajo editando libros. Así, que, aprovechando esta semana de vacaciones, me he puesto al dia en mis muchas tareas de la editorial.
Es sorprendente la cantidad de tareas que hay que realizar para que una empresilla funcione. Entre contratos, cuentas anuales, impuestos y demás, hay una cantidad de obligaciones sorprendente cuando menos.
Pero todo esto se complica de esta manera para dar trabajo, al ejercito de abogados y gestores que hay en la sociedad.
Porque, si contamos a una empresilla pequeñita, un bar en Botorrita (Aragón) que tiene una contabilidad sencilla, cuatro o cinco proveedores, una caja diaria y poco o nada más. Pues no puede llevar él sus cuentas. o contrata a un gestor o se va al pozo. Porque seguro que se olvida que tiene que aplicar la normativa 362, que le obliga a presentar el impreso 953 y no pagar nada.
En fin, así es la sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario