De los 15 a los 25 viví con mis padres a las afueras de Zaragoza. Aun hoy, cuando vengo al puebl...er...a Zaragoza, sigo durmiendo en su casa...
Cuando era joven y comenzaba a salir era un problema, porque vivir a 15 kilómetros de la ciudad te colocaba en situaciones complicadas. O volvias muy pronto a tu casa y eras un pringao, o cuando tus amigos se iban a casa una hora después de que el último autobus hubiese salido, te ibas a dormir a casa de algún amigo o pillabas un taxi. Llegue a negociar con taxistas la tarifa para que me subiesen a casa, regateando y todo.
Cuando empecé a usar el coche, el problema era otro... hacer 15 kilómetros habiendo bebido era complejo, y admito que aunque no siempre, lo de si bebes no conduzcas no lo cumplía.
Hará unos cuantos años, la guardia civil empezó a hacer controles de alcoholemia, y consiguieron su propósito. Aunque nunca dí positivo, si que algunas veces hice el test temblando... con lo que al final cuando me voy de marcha dejo el coche.
Hay que reconocer que la ayuda del ayuntamiento, que ha puesto búhos, en una ciudad con 700.000 habitantes, tiene delito que no los hubiese. Y por supuesto con la ayuda de mis amigos, que con los años hemos aprendido a no beber hasta la inconsciencia y ahora podemos hacer otras cosas los sábados...
Bueno, todo este rollo viene a lo siguiente.
Como ya he dicho, la guardia civil se pone casi siempre de camino a casa, con lo que ya son como de la familia. Te dan el chirimbolo, soplas y continuas... cuando haces una cosa de esta todos los fines de semana llegas a tener hasta practica...
Pero claro, los controles de alcoholemia los hace la Guardia Civil, y los señores Policías Municipales.
Hace unos dias los munipas van y me paran en un control alcoholemia. Yo, como persona ya entrenada, asiento cuando me cuenta todo el rollo, que es un control rutinario, que bla, bla, bla... yo ya estaba dispuesto a soplar cuando me pide Carnet de Conducir, papeles del coche y seguro. Lo del carnet es fácil, pero si vas en un coche alquilado, encontrar todos los papeles se pone un poco complicado. Una vez encontrados los papeles y entregados, el agente se lleva todo, y me tiene esperando diez minutos mientras comprueba.
Entre pitos y flautas, para cuando soplo han pasado 20 minutos, soplo, doy 0.0 y por si acaso me vuelven a hacer soplar. Cansado y derrotado, el municipal se da por vencido y me permite continuar.
Cinco minutos después, en el sitio de siempre, están los civiles. Llego, paro, soplo y el guardia me dice que puedo continuar. Cuando le digo: "sois mucho más eficientes que los municipales, hacéis lo mismo en muchisimo menos tiempo" puedo ver como se sonríe y asiente.
Fíjate que manera más fácil de hacer feliz a una persona.
1 comentario:
A mi me paró la Guardia Civil para hacerme un control de alcoholemia a las tres de la mañana camino de Zaragoza. Por supuesto di 0.0 pero aún recuerdo los problemas que tuve para justificar que llevaba un gong enorme en el asiento de atrás del coche, que impedía a mi esposa (entonces aún novia) poder moverse salvo para tocar aquél hipnótico sonido...
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