sábado, 26 de abril de 2008

Los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niñas

Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto.

La mención explícita del femenino se justifica solo cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto: El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad. La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos.

El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino. Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto. Así, los alumnos es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones.

[Más información sobre esta cuestión y otras relacionadas con el género gramatical, en el Diccionario panhispánico de dudas, s/v GÉNERO2].

2 comentarios:

Flor dijo...

La nueva moda (al menos para mí es nueva)del lenguaje no sexista me pone histérica. Ojalá no logren imponerlo.

Anónimo dijo...

Te dirán quienes quieren retorcer así la lengua, que en realidad la RAE está podrída y es un reducto del machismo. Que sólo basta con ver el porcentaje de mujeres.

Quizá habría que dejar de preocuparse de las formas, de paridad y gaitas, y abrir los ojos a los casos en que realmente existe discriminación.

A mí hay cosas que me alucinan. Existe un filtro feminista feroz en publicidad (no hay más que ver las críticas que reciben los anuncios de Axe, lógico que retiren pues todos sabemos que echas desodorante a la percha y el 100% trepan por ellas como locas), pero en televisión luego se permiten momentos de humillación femenina sin problemas (véase cualquier show tipo "Dolce Vita") o programas como "Escenas de Matrimonio", donde el desprecio a la pareja hacen gracia.