Quizá me conozcas, yo soy una palmera en las ramblas...

Cualquier conversación que empiece de esta manera, por lo menos atrae tu atención.

La cosa continua mientras escuchas atentamente a un francés que te cuenta que después de ser palmera empezó a hacer de mafioso con otro amigo, pero que el amigo se fue y que, como nuevo número, está pensando en hacer de astronauta, y que para ello se ha ido a Almeria a saber que es la ciencia ficción. Tu estás alucinando en colores, y en el grupo de al lado oyes "dejar que os cuente mi primera experiencia con la lluvia dorada".

Tu limitada atención no puede contener tantos datos a la vez, pero resulta que el camarero al que le has pedido un gin tónic, ha salido corriendo al bar de al lado para conseguir una tónica, hace unos chistes totalmente absurdos y se ríe con una risa tremendamente especial. Orgullosos te enseña un autógrafo de Santi Rodriguez.

A tu alrededor ocurren multitud de cosas, y por mucha atención que pongas se te escapan los detalles. Ves a un tío y una tía enrollándose mientras que sus respectivas parejas están hablando sobre problemas de distribución. Miran a los que se están liando, sonríen y siguen con lo de la distribución, un tema que encuentras fascinante.

El de la lluvia dorada, esta comentando como, en broma, comenzó un blog para que canonizaran a Rocío Jurado, y como todos los canales de televisión contactaron con él para entrevistarle, pero que pasó de todo, por temor a perder su vida..

Una entrega de premios, y tres tíos que pasaban por ahí, y que no han ganado nada, ven dos preciosos trofeos y deciden que lo mejor que se puede hacer es cogerlos y hacerse una foto con ellos. No han ganado nada, pero por lo menos se echan unas risas.

Otro que está en el mismo bar habla de muchas cosas, y para hacerse el interesante incluye la expresión "cambio climático antropogénico", por qué queda mucho más pedant...er... elegante y culto de esta manera. Decir "causado por el hombre" es muy vulgar, y sin dudarlo es mucho mejor la expresión anterior.

Para que luego no digan que los congresos son aburridos.

No sé que me dieron para cenar, ni mucho menos la cantidad de gin tónics que bebí, pero sé seguro que a mi solo no se me ocurre todo esto.

Después de todo sólo soy un chapuzas con aires de grandeza.