martes, 21 de octubre de 2008

Camino, el Opus y que bien me sienta relajarme

Bueno, antes he dicho que no estaba animado a escribir, que estaba cansado. Algunos me han acusado de que uno está cansado por salir mucho de juerga, cosa, que si fuese cierta hubiese impedido en multitud de ocasiones que escribiese los lunes, y es algo que suelo hacer.

El cansancio puede ser físico o psicologico, y el mio era más del segundo que del primero. Así que en lugar de dormir, que era lo que tendría que haber hecho (porque como dije hace tiempo suelo soñar y conseguir poner en orden mi vida) he ido al cine.

Habitualmente, cuando quiero desconectar, una peli de acción solía ser un buen metodo. Pero la última vez que vi una peli de explosiones por estar cansado, vi Transformers, que no es que sea mala, es que te exige olvidarte del cerebro fuera del cine para poder entretenerte. Después de eso decidí que no, que mejor ver otro tipo de películas en estas ocasiones.

Así que hoy he ido a ver Camino.

Mis motivos eran muy peregrinos. Cuenta la historia de una niña que tiene cáncer y cuya familia es del Opus Dei. Yo no soy de la Obra, pero uno de los hospitales donde trabajo es de esa organización, y como ya he dicho alguna vez, arreglo maquinas que tratan el cáncer. Siempre me ha gustado ver en el cine situaciones que conozco, y esta, pese a contar como se muere una niña, era una película que me apetecía ver.

En versión resumida, Camino es la hija menor de una familia simpatizante con el Opus. Le duele el cuello, le diagnostican cáncer y se muere. Comedia, lo que se dice comedia, no es, no. Pero no es el dramón que yo esperaba. De hecho es una película vital como ella sola.

Si, se mete con el Opus, pero no hace no hace demasiada sangre. Cuenta cosas como el tema de los numerarios, (gente del opus dei que son el equivalentes a monjas o monjes pero en versión laica) que por mucho que me empeño en encontrarle sentido no puedo, pero allá cada cual con su manera de entender la vida. Si una persona lleva una vida así, y es feliz con ella, mejor para el.

La peli es un poco más larga de lo necesario, ya que hay algunas cosas que se podrían haber quitado, pero de todas maneras es una manera buena de gastarte seis euros (mucho mejor que transformers desde luego)

La parte que más me ha gustado de la película es el motor del final de la misma. Camino y su madre mantienen una conversación. Aunque no están hablando de lo mismo, las respuestas de una pueden interpretarse de la manera que quiere oir la otra. El espectador sabe que es lo que piensa Camino y lo que piensa la madre. Al final cada una entiende lo que quiere entender. La conversación les hace feliz a las dos. Una escena muy bonita.

Y sólo por esa escena, me ha servido tanto como echarme una siesta.

5 comentarios:

Flor dijo...

Te matooo!!! Menos mal que no he seguido leyendooo!!!
Me muero por verla, aunque por no leer no he sabido si te había gustado o no.

Besitos de bona nit.

Anónimo dijo...

A mi no me llama nada. Leí una reseña en El País y el exaltado que la firmaba se dedicó todo el rato decir cosas del estilo "esa maldita secta, fanática, debe ser destruida. ¡Qué asco!" y poco más.

Con críticas así uno no sabe muy bien a qué atenerse. Pero, en cualquier caso, no me llama lo más mínimo.

Si quieren meterse con el Opus me leo El código da Vinci (¿alguien se acuerda ya de ese "fenómeno" tan volatil como vacuo?) y si quiero una exaltación cristiana me veo "Marcelino pan y vino".

(Si puedes leer este comentario es que no tiene capacidad de mosquear a nadie. O quizá sí, no lo sé).

Unai dijo...

Lloron... eres un lloron

Anónimo dijo...

oye... tú estás bien?

Anónimo dijo...

Unai tiene muchas facetas. Una de ellas es la de ver pelìculas como esta.

Puedes vivir 100 años cerca de Unai y aún así seguirá sorprendiéndote.