miércoles, 11 de junio de 2008

El camino de la salud

Igual que otras veces he dicho que la administración publica a veces es maravillosa (pese a que me acusen de pelota) no siempre es así.

En semana santa, después de un dia visitando la playa de la Bolonia y Tarifa, sitio donde tengo que ir en temporada baja a vivir un mes o así, en plan bohemio, aunque eso no es de lo que venia a hablar hoy... Bueno, a lo que iba, después de todo el dia andando (no mucho la verdad, porque estabamos en modo champiñon, sin hacer grandes esfuerzos) me empieza a doler la rodilla.

El dolor es una cosa curiosa. Tengo el centímetro cuadrado de la muerte, es decir. Si me tocas en ese centímetro cuadrado, veo las estrellas. Me tocas en el cm2 de al lado y sin problemas.... curioso cuando menos. Lo que más me llama la atención es la cantidad de veces que ese centímetro cuadrado es agredido por cualquier cosa. Un par de veces al día por lo menos.

Cuando llegue a Pamplona, el 25 de marzo, pedí cita con mi medico de cabecera, le conté mi problema, que me dolía la rodilla y él, sin tocarme y sin mirarme la pierna, me receto unos anti inflamatorios y me pidió una placa de rayos. Poco sé del cuerpo humano, pero sabia que mi dolor no era de huesos, con lo que poco se podía ver en una placa de rayos, pero no iba a discutir, asi que me hice la placa, ese mismo día (gracias a i trabajo tengo algún enchufe a la hora de hacerme estudios que requieran rayos X o resonancias).

Vuelvo a pedir cita con el médico, y después de ver que en las placas sólo veía hueso (eso se lo podría haber dicho yo) me receta otros anti inflamatorios, y una pomada, y que vuelva a las 3 semanas si me sigue doliendo. Lo curioso es que podría tener la rodilla verde fosforescente o a topos, porque el medico ni la miró.

3 semanas después, de nuevo en la consulta, veo que han cambiado de medico, y esta vez, si que me examina. Me dice que bien, que vale, y que me va a dar permiso para ver a un traumatólogo.

Mes y medio después voy al traumatologo, que después de retorcerme la rodilla un rato (y hacerme ver las estrellas) me dice que no es un tema suyo, que no hay huesos ni meniscos rotos. Pero que me pone un antiinflamatorio directamente en el cm cuadrado de la muerte y que le diga a las tres semanas que tal va la cosa.

Hoy han hecho tres semanas y he vuelto a ir. Les he dicho lo que me imaginaba que le iba a decir, que mi centímetro cuadrado de la muerte sigue ahí. Y me ha mandado una ecografía de rodilla, a ver que ve. Pero que me tienen que citar.

Solo han pasado 80 días desde que empecé con este tema. Esperemos que no sea algo grave, porque a este ritmo, para cuando me diagnostiquen algo habrán pasado un par de años.

No tengo tanta suerte con la Sanidad como con la administración... y encima voy medio enchufado.

Por cierto, el titulo de la entrada es la traducción literal de la marca del Servicio Navarro de Salud, o Osasunbidea. Mira que queda poético lo de camino de la salud. Pero como me corten la rodilla, pocos caminos voy a hacer.

2 comentarios:

Último Íbero dijo...

Al final las chorradas tipo zen en vascuence quedan más molonas.

Tu rodilla está bien.

Eduardo dijo...

...Habla de andar la persona que a los 10 minutos de triscar por el monte, está maldiciendo las praderas, los senderos, las hierbecitas y hasta a las ardillas...