martes, 9 de septiembre de 2008

Yo, ho! Yo, ho! A pirate life for me!



Gracias a Google Analytics, puedo ver, además de cuanta gente viene a ver este blog, como han llegado, cuanto tiempo han estado, y lo que me gusta más es saber si han llegado desde un buscador, que estaban buscando para entrar aquí.

Hoy, curioseando he visto esto:

Búsqueda:

¿listo o afortunado? descargar libro

Por si no lo recodáis, ¿listo o afortunado? es un libro que traduje y edité. Un libro que me gusto mucho, en el que he invertido algo de dinero y sobre todo tiempo y esfuerzo.

Y hay unos cuantos desalmados por ahí que se lo quiere bajar.

Debería estar enfadado. Indignado incluso. Hay gente que quiere leer ese libro y no quiere pagarme. Pero la verdad es que no me importa. De hecho, hasta me hace ilusión.

Porque ¿listo o afortunado? es un buen libro, y estaría muy bien que todo el mundo que quiera se lo pudiese leer. Si no tuviese un leonino contrato con una editorial americana incluso lo colgaría yo para que la gente lo pudiese leer.

Así que por si acaso voy a mandarle alguna copia del libro a las bibliotecas publicas, (que eso si que puedo) y espero que el que lo quería bajar se pueda acercar a leérselo si no puede o quiere comprarlo.

De todas maneras voy a hacer una pequeña reflexión acerca de la piratería. En mi estúpida e idealista manera de entender la vida cultural y la piratería.

Si alguien quiere sólo saber que dice el libro, con la versión bajada lo logrará. Pero la experiencia del lector no será la misma. Porque no es lo mismo leer un libro en el sillón o en la cama, que en la pantalla del ordenador.

Cuando decides comprar en lugar de bajar un libro, lo que estas comprando no son las palabras. Estas comprando un objeto más o menos bonito, porque quieres disfrutarlo de una manera en concreto. Poder leerlo en el sillón, en la cama, o en el metro. Llevarlo de viaje, dejarlo en una esquina para poder volverlo a leer o consultarlo. Tal vez dejárselo a alguien. O regalarlo, porque nadie en su sano juicio regala un libro en pdf.

En definitiva, que cuando alguien se baja el libro que he traducido, que he editado, que he publicado, no me esta quitando un cliente. No, lo que esta haciendo es ver si un texto le gusta o no, y si le gusta puede que lo compre, lo regale o se lo recomiende a alguien. En definitiva, que está haciendo lo que yo como editor quiero, que es dar a conocer el libro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si alguien de la SGAE lee esto te mandan un "piquete informativo" a casa para que "aprecies lo bonito que es querer sacar pasta de hasta debajo de las piedras".

Y como has puesto la entrada en un español muy clarito no te valdrá la escusa de Javier Bardem.

Estas perdido Unai. Sálvate ahora que aún puedes.

Anónimo dijo...

Vaaaaale, me he copiado... pero creo que no te enfadarás

Anónimo dijo...

Ahhh, pero es que el caso de los libros no se parece en nada al de la música y el cine. El libro digitalizado, como dices, no es comparable al papel, y en cambio las copias en formato de baja calidad de discos y películas son más que suficientes para el usuario medio. A parte que pocas veces se hace una edición de éstos que sea bonita y tenga un valor añadido.

Y luego es importante también el tema de los costes. Tus libros son asequibles, realmente para terminar imprimiéndolo para leer es mejor comprarlo directamente, porque no compensa y es claramente mejor tu edición. Pero pregúntale a una editorial de libros técnicos o de Derecho, donde los libros son mucho más caros, a ver qué les parece.