Este año mis vacaciones, pese a lo interesantes que pretendo que sean, van a ser, sobre todo cortas. No tiene que ver con la crisis, ni económica ni existencial. Sencillamente ha ocurrido así. Entre amigos y compañeros de trabajo han hecho que lo de desconectar este año tenga que ser rápido, porque tengo 15 días y ni uno solo más. (de momento, que el resto me los cogeré, tarde o temprano)
Al trabajar durante el verano, mientras todos los demás se van de vacaciones, ha hecho que me de cuenta de algunas cosas, algunas importantes, y otras... bueno, en general me he percatado de muchas chorradas.
Se trabaja más en verano, pero por un azar del destino se trabaja mejor. Como mi trabajo es evitar que las cosas se rompan, y que cuando se rompan estén rotas el menor tiempo posible, la carga de trabajo es más o menos la misma todo el año. Pero, al estar parte de la plantilla de vacaciones, pues se trabaja más, ya que si tenemos igual numerador y menor denominador (vivan las matematicas).... pues sale que tenemos que currar más y viajar más. Pero, como ya he dicho, se trabaja mejor... creo que todo el mundo tiene ganas de irse a la piscina, con lo que cuando se rompe te dejan tranquilo y a tu aire, y no meten tanta presión.
Cuando es verano, al estar todo el mundo de vacaciones (gobierno, oposición, periodistas...) como no hay noticias, los telediarios se tienen que rellenar con lo que sea.... y entonces resulta que el que haga calor es noticia. O que haya mucha gente en la playa. O que haya medusas en la playa. O... tantas noticias chorras.
Las vacaciones para la gente de la tele duran 3 meses. Desde finales de Junio a mediados de septiembre no hay capítulos de series nuevas, son todo reposiciones. Los programas son "refrescantes" es decir, no como el guionista tenia mucho calor propuso la primera tontería que se le ocurrió y luego se fue a la piscina.
La sociedad se vuelve vieja, ya que hace unos años los anuncios eran todos de productos molones, hoy en dia, se anuncian entre otras cosas, productos para las hemorroides, lavativas, pegamento para dientes postizos y un gran numero de cosas que no son para gente guay.
Y por último, pero no por ello menos importante, las conversaciones con la familia son como los telediarios, siempre acaban con el tiempo. Como nos vemos menos con padres y abuelos (porque ellos también están de vacaciones) hablamos por teléfono, y siempre, de forma invariable, acabamos dando el parte de la temperatura y grado de precipitaciones de la zona en la que estamos.
(Admito que la frase de la familia y el tiempo es del House de las autoescuelas, pero es tan cierta)
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