Los 31 se acabarón. Después vinieron los 32 y de pronto, en mitad de los 33, la crisis se acabó. Y las ganas de contar todo fueron disminuyendo. A veces, sólo a veces... vuelven... y hay que guardar este sitio para poder contarlo.
La explicación es que había un peluche de Coco de Barrio Sésamo, y uno de los pasajeros del coche se empeñaba en usar el peluche para quitar el vaho de los cristales, a lo que la conductora decía: "no me restriegues el coco"
2 comentarios:
La explicación es que había un peluche de Coco de Barrio Sésamo, y uno de los pasajeros del coche se empeñaba en usar el peluche para quitar el vaho de los cristales, a lo que la conductora decía: "no me restriegues el coco"
Doy fe de ello, ya que soy el que sujetaba el peluche.
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