lunes, 10 de noviembre de 2008

Desconcertado

Como ya sabréis o deberíais saber, que ya lo he contado unas cuantas veces, me dedico a arreglar cacharros médicos. Aparatos grandes que tienen una función importante, y que no deben estropearse nunca.

Una de las primeras cosas que aprendí es que nunca hay que tocar un equipo que funciona.

El problema es que, a veces se me olvida.

El otro día la lié. Un equipo está funcionando perfectamente. Veo una cosa que está mal, pero que no impide en absoluto el funcionamiento correcto del mismo. Arreglar ese problema supone un toque aquí, un toque allá y dejarlo todo listo en 20 minutos, o eso creo.

Y, en lugar de hacer lo que tenía que hacer, esto es, dejarlo tranquilo, no... me tengo que empeñar en tocarlo. Ni que decir tiene que la cosa se complico, y acabé varias horas más tarde, con el consiguiente cabreo por mi parte y por el cliente...

Esto debería enseñarme a saber cuando no tengo que ser audaz, pero como soy un cabezón me empeño, como buen perteneciente al genero humano, en tropezar de nuevo en la misma piedra, y luego, cuando pasan las cosas que pasan no sé por donde vienen los tiros.

No es la primera vez que me pasa, y sé que no será la última. Aunque a veces salga mal, cuando sale bien merece la pena.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Podrías especificar un poco más el lugar exacto dónde se encuentra esa máquina? Y ya puestos definir qué máquinas es...

Es por simple curiosidad, nada más.

¬¬

Unai dijo...

Pues la verdad no sé... pero no te preocupes que esta todo arreglado y bien arreglado. No me voy de los sitios hasta que dejo todo funcionando como debe...

Anónimo dijo...

A veces hace falta descuajeringar un poco las cosas para poder ver cómo funcionan. A veces se fatidian y a veces se consigue que gracias a ello puedas saber cómo arreglarlas cuando se fastidian solas. Lo importante no siempre es fastidiarla, sino esforzarte por arreglarla de nuevo. Y con conocerte un poco está claro que no mientes cuando dices que lo haces (y que lo consigues).

Besos,

Gema

elcolono dijo...

Tendrias que aplicar la regla basica de cualquiera que trabaja con ordenadores o similares. "Si funciona no lo toques", pero ya se que una fuerza superior te obliga a tocarlo todo.