El otro día me pasé por Zara. No, no tengo novia, con lo que realmente debería decir es que pase por la puerta de Zara y miré en el interior.
Zara, Mango, Bershka, Sfera... todas se basan en el mismo modelo de negocio, con sus diferencias de estilo, sus maneras de entender la moda.... pero, al final, el mismo negocio. Procuran tener mucha ropa, variada, y con una alta rotación, de tal manera que la clienta que va ahí a comprar tenga la necesidad de comprar hoy y no esperar a la semana que viene, no vaya a ser que se acabe la prenda que quiere.
Y las clientas de estos sitios actuan casi todas de una manera similar. Si, las hay que van solas a comprar, pero lo habitual, al menos los sábados es ver a una chica comprando, con un novio/marido detrás, que hace las veces de perchero, y que suele tener la misma cara que tendría un adolescente en una clase sobre las diferenciás entre la filosofia de Descartes y de Schopenhauer... es decir, aburrido... muy aburrido.
Es curioso, en todo el Zara habrá unos veinte novios, con la misma cara de aburrimiento, cuya única tarea, además de la de servir de porteador y perchero, es dar algún gruñido de aprobación a lo que la chica se está comprando.
¿Porque hacer sufrir a esa gente? ¿No sería mejor darles un aliciente para acompañar a sus chicas a comprar?
En los centros comerciales siempre ponen un Chiquipark o similar, de manera que los niños se quedan en un sitio entretenidos, mientras sus padres se dejan el dinero en otros comercios. Hagamos lo mismo en los Zara, pero en versión novios/maridos: un pequeño bar, con cerveza, cacahuetes y patatas, para mantenerlos alimentados. Revistas y periodicos de chicos (revistas de gadgets, FHM, coches...) y una tele grande, con los mejores goles, canastas, golpes o lo que sea, de tal manera que puedan engancharse y desengancharse a la programación en cualquier momento. Pongamos tambien pocas mesas, de tal manera que tengan que compartir sitio y asíhagan amigos. El sitio sería perfecto para el pobre chico. Y como colofón, antes de entrar en el bar, pongamos un brazalete a los chicos, de tal manera que cuando la chica necesite de su servicio, baste con dar a un botón y el brazalete del chico se iluminará y sabrá que tendrá que salir para seguir su tarea de perchero o gruñidor ocasional.
Que sí, que está mal considerar al pobre chico como un objeto, pero en el fondo, agradecerá estar entretenido mientras está esperando. Y al tener el entretenimiento protestaran menos, y la cliente pasará más tiempo en la tienda, gastando a su vez más dinero.
Así que señor Amancio Ortega, lea esta sugerencia, e intente hacer un poco más felices a parte de sus clientes.
3 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Desde el primer dia que entre en un Zara vi una gran oportunidad de negocio.
A Heineken seguro que se les ocurria algo chulo que hacer.
Yo pondria unos sofas comodos, jajaaa... pero vamos que yo cuando voy a estos sitios prefiero ir sola, xq lo que dices, solo ver la cara q lleva mi novio o verle de perchero no me gusta y me parece un poco egoista por nuestras partes...
Un saludo.
No, Unai... no entiendes el significado profundo... El novio DEBE estar continuamente pendiente (a pesar de que le importe un bledo) de lo que compra su Ama. Debe dar su opinión de cada trapito que pasa por las manos de la chica, teniendo SIEMPRE en cuenta que no puede decirle en ningún caso cosas negativas más allá de "no me acaba de gustar". Nada de "te hace gorda" o "¿pero... ese culo es tuyo? No, quiero decir.. ¿entero?"
Por todo ello, un sistema para tenerlos a distancia nunca triunfaría... No estarían lo suficientemente esclavizados.
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