lunes, 20 de abril de 2009

20 de abril del 90

Hola Chata,
¿como estas? ¿Te sorprende que te escriba? Tanto tiempo es normal...



Me he dado cuenta que han pasado casi 20 años desde que se hizo esta canción... una canción que habla de una cuadrilla que ha sido separada por el tiempo... lo bien que se lo pasaban juntos y como han cambiado los que quedan de la misma.

Seguro que con 14 años, cuando la oí por primera vez, no entendía muy bien de que iba. Y seguro que cuando la cantaba en los bares con 20, pese a entenderla, no tenía ni idea de lo que significaba. Y ahora, cuando entiendo la letra, el significado y comparto parte de la misma, me entra la melancolía... y tengo cosas que contar...

Recuerdo aquellas risas en la tienda del Santi..., como de entre un millón y medio de freaks salimos unos cuantos medianamente normales... También recuerdo las tardes/noches en el Sena.... y más risas....o los días en Delegación... o los días en la comuna/gasolinera en Vlissingen.... partes de tu vida que fueron especiales y que acabaron.

No es grave, ya que lo que hay ahora no es tristeza y desespero... Los días siguen siendo de risas y alegrías, y las noches parecidas (aunque reconozco que los días que vuelvo a casa de día son menos que antes). De hecho me lo paso igual de bien ahora que antes... pero también echo de menos algunas personas, o algunas tardes...

Como no te puedes bañar dos veces en el mismo río (Heraclito dixit...) tendremós que conformarnos con recordarlo....

Y toda esta reflexión porque cuando me han dicho que día era, me he puesto a tararear una canción....

Por si alguien ha vivido en Marte estos últimos 20 años, la canción es de Celtas Cortos y se llama "20 de abril"

3 comentarios:

Último Íbero dijo...

Pues sí, la melancolía es lo que tiene. Así que ya sabes, carpe diem, carpe notem.

:)

Sonia dijo...

Bueno, en la vida hay que mirar hacia adelante y aunque se atesoren esos momentos, lo cierto es que las cosas cambian, esos amigos (que no dejan de serlo) que vas dejando de ver porque sus caminos van en otra dirección dejan hueco para amigos nuevos, y todo ello enriquece más nuestra existencia.

Los momentos en Saga fueron inolvidables, eso es cierto.

Anónimo dijo...

Y Valencia? Y Irlanda? No hay buenos recuerdos?