jueves, 9 de abril de 2009

London Calling

Para cuando leais esto, estaré aterrizando en Londres.
Todas las ciudades tienen una personalidad. Por mucho que el alcalde y los planes de reurbanización hagan que cada vez las ciudades se parezcan más entre ellas (al menos arquitectonicamente) hay algo en ell
as que sólo sientes si estás ahi.

He viajado por medio mundo, y, como soy urbanita de corazón, he visitado muchas de las ciudades importantes del mundo. Roma, Paris, Madrid, Moscú, Los Angeles, Buenos Aires, Sydney... todas tienen cosas en común y algo que las diferencia las unas de las otras. Hay ciudades que tendré visitar un millón de veces para conocer, otras en las que no me importaría vivir y ciudades a las que no voy a volver en la vida. Y nunca tiene que ver con que sean o no sean bonitas. Tiene que ver con la personalidad de la ciudad.

Londrés no es una ciudad en la que quedaría a vivir por el resto de mis días, pero tiene algo que hace que quiera estar en ella durante algún tiempo. Aunque ya me la sepa, aunque haya estado en Leicester Square, en Chinatown, en el SoHo, en Picadilly Circus... aunque haya visto el Tamesis desde todos los sitios posibles, aunque me conozca a todas las ardillas de Hyde Park por su nombre de pila... aun con todo, hay algo que me hace volver... Me encantaría poder estar unos meses ahí, pero como uno ya tiene sus obligaciones, unos días deberian bastar.

La primera vez que estuve en Londrés fue cuando la ciudad consiguió que me hiciese adicto a ella. Fue como hace un millón de años, visitamos todo lo que pudimos visitar, y pese a que después del viaje tres de mis amigos no aguantasen al cuarto (y viceversa), fue un gran viaje, que sólo consiguió que quisiese volver.

Así volví en un viaje-tour a Inglaterra (del que cuando tenga tiempo y ganas debería hacer una crónica), y en un curso con la universidad. Siempre ves lo mismo, pero siempre ves cosas nuevas. Y siempre quiero volver.

Hace muchos años que no voy por ahí. Probablemente la ciudad que vea hoy no será la que recuerde, pero para pasar la Semana Santa, voy a volver. Sé que hay edificios nuevos, calles nuevas y veré como ha cambiado. Esperemos que conserve la misma personalidad que me enganchó.

5 comentarios:

Último Íbero dijo...

Disfruta, porque Londres sigue siendo una ciudad tremenda :)

Sonia dijo...

¿Como se llama la ardillita esa de la cola gris y la orejita partida?

Me ha hecho mucha gracia lo de que te las conoces por su nombre de pila XD

Londres es impresionante. Creo que yo también tengo que volver, que el año pasado me supo a poco... Aunque mi ciudad fetiche, la que como dices, por su personalidad, enamora, sigue siendo Copenague.

PS. No creo que me leas a tiempo pero si tienes oportunidad y no lo has visto, vete a ver el musical "Avenue Q"

Último Íbero dijo...

Unai ¿cuento tiempo llevas en Londres?

¡Vuelve! Si es que aún existes...
¡Vuelve! Si alguna vez me amaste...

A ver si con Nino Bravo...

Gema dijo...

Ya... y para cuando ya lo hemos leido 20 veces... alguien sigue desaparecido en combate...

Anónimo dijo...

No fue al final del viaje que no nos tragabamos. Tu amigo consiguio el record de llevarse independientemente mal con tres de nosotros creo que antes de despegar...