El manifiesto probablemente pueda mejorarse. Pero, en esencia, estoy totalmente a favor de él. Eso sí, antes de adherirme quiero hacer algunas puntualizaciones.
- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
Yo aquí quitaría las referencias al sector tecnológico. Tal y como está explicada la ley, cualquier vulneracion de derechos de autor causaría, tras dos avisos con el cierre de una página web. Si vemos casos como este, podemos ver que haciendo una interpretación estricta de la norma, todos nos podemos ver metidos en una violación de este tipo. Se supone que un juez es el ente imparcial que es capaz de tomar la decisión correcta en estos casos. Que sí, que también puede equivocarse, pero se le supone más imparcial que a un agente de la industria y a un miembro del ministerio de cultura. Eso de ser juez y parte. - La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
Para este punto usan el ejemplo de los aguadores o de los fabricantes de hielo. Yo voy a usar otro, que es un poco más actual. Kodak, Agfa y Fuji se han ganado la vida, (y muy bien) durante muchos años vendiendo peliculas fotograficas, suministros para revelado, maquinas para revelar... Hoy en día se venden muy pocos carretes, películas de 35mm o liquidos de revelado. Las tres empresas lo han pasado mal, y han ido cambiando su modelo de negocio. Pueden que sobrevivan, puede que no, pero en ningún caso han propuesto una ley para prohibir la fotografía digital. - Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red, en España ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
Aqui creo que mezclan churras con merinas, si, es cierto que la propiedad intelectual en este momento es excesiva. 70 años después de la muerte del autor es mucho tiempo. Estoy de acuerdo que un autor tiene que poder vivir de su obra. Pero con 70 años, vive el autor, sus hijos, sus nietos y sus bisnietos (y recordar que cuando pasan los 70 años, no les quitas el dinero que han recaudado a los herederos, lo que haces es que si explotas comercialmente algo, no tengas que pagar al autor. Si Juan Lopez creo una melodia pegadiza aya por 1923, y murio en 1940, creo que ya ha tenido suficiente tiempo para ganar dinero con ella.) Con practicas así no se foment ala nueva creación, sino la explotación del contenido creado previamente. Viene a ser como los discos de recopilaciones, que año tras año te van vendiendo lo mismo cuando lo que quieres oir son cosas nuevas. - En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.
Tambien de acuerdo, ¿que tiene que ver la economía sostenible, las energías renobables, el cambio del modelo industrial español con las descargas de internet? ¿Porque no se ha intentado hacer una ley que se llame Contra las descargas y el P2P?
- Vale más el derecho a la privacidad de todos que el derecho a la propiedad intelectual de unos pocos.
- Una ola tan grande no se puede parar. Tienes que adaptarte a ella, no luchar contra ella.
- Las cosas se hacen de otra manera
2 comentarios:
El éxito del panfleto es predecible porque leído sin más es imposible no adherirse a él porque sus principios son correctos, al margen de que algunas manifestaciones son meras conjeturas y otras (¿neutralidad de la red?) no vienen a cuento.
Nadie discute esos principios, ni los derechos de autor se plantea se sitúen por encima de los derechos fundamentales. El fallo del manifiesto es que no se corresponde con la propuesta de reforma, que casi nadie ha leído ni entendido.
Ahora ya se puede cerrar una web, total o parcialmente, suspender un servicio o paralizar una actividad sin autorización judicial, por lesionar los derechos de los consumidores, por atentar contra mejores de edad, contra la salud,... y nadie se rasga las vestiduras. Lo que se plantea es que un órgano administrativo pueda solicitar el cese de una actividad en Internet por atentar contra la propiedad intelectual, efectivamente se sitúan estos derechos a un nivel de protección superior al actual, y eso es lo criticable, debe discutirse, pero serenamente y sin la demagogia del manifiesto ese. Y en la medida en que en esa web en cuestión entren en juego derechos fundamentales, deberá intervenir el Juez, tal como está previsto ahora en la ley y en esa reforma.
In it something is also to me it seems it is very good idea. Completely with you I will agree.
Publicar un comentario